jueves, 9 de mayo de 2013

“MARÍA: MODELO DE MADRE ”



            María (en arameo, מרים, 'Mariam') fue una mujer judía de Nazaret en Galilea que vivió entre finales del siglo I a.C. y la primera parte del siglo I d.C. Según la narración bíblica en el Nuevo Testamento, y según el Corán, María fue la madre de Jesús de Nazaret.
En el cristianismo, María aún era virgen cuando, tras la Anunciación, supo que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Por esto, a menudo se le llama la «Virgen María» o «la Virgen», en las Iglesias ortodoxas, coptas, en la Comunión anglicana y en otras denominaciones cristianas. En el catolicismo y en las ortodoxas se le atribuyen facultades de intercesión ante Dios, siguiendo a San Ireneo (siglo II) y lo narrado en el evangelio de San Juan sobre las bodas de Caná; y se le llega a dar devoción que se expresa en diversas dogmas marianos, por lo cual los católicos la llegan a llamar «Santísima Virgen María» y «Madre de Dios» o "Theotokos", en griego, como dicen las iglesias ortodoxas.  En el islam se usa su nombre árabe: Maryam o "Miriam".



El nombre de María

Para los hebreos el nombre no era un simple apelativo; estaba íntimamente ligado a la persona. Por ello usaban nombres que describirían la personalidad, el carácter; así, era muy usada la expresión "su nombre será tal" cuando se quería designar una misión o carácter especial al niño por nacer.
María es un nombre conocido en el Tanaj o Antiguo Testamento por haber sido nombre de la hermana de Moisés y Aarón, originalmente escrito como Miryām. La versión de los Setenta lo menciona como Mariám (Mαριαμ); el cambio en la primera vocal refleja la pronunciación corriente, la del arameo que se hablaba en Palestina antes del nacimiento de Cristo. Al igual que con los nombres de Moisés y Aarón, que fueron tomados con sumo respeto, el de María no se usó más como nombre común, pero la actitud cambió con el tiempo y fueron puestos como señal de esperanza por la era mesiánica. En el texto griego del Nuevo Testamento, en la versión de los Setenta, el nombre usado era Mariám. María sería probablemente la forma helenizada de la palabra.  Aunque en la Edad Media se le buscó significados más piadosos que exactos, bajo los actuales descubrimientos arqueológicos, "Alteza" o "Ensalzada" son los significados más cercanos al nombre de origen hebreo.
María es asimismo conocida como "Estrella de los Mares" o "Estrella del Mar" (Stella Maris). Dicho nombre procede de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, del primer Libro de los Reyes 18:41-45. María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial. En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Aquí el evangelista Mateo menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir:
«la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros».
El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: «a ti misma una espada te atravesará el corazón», aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También, dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a petición de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre al discípulo amado, y él es entregado a María como hijo.

Padres y familia

La tradición cristiana ha considerado a Joaquín y Ana como los progenitores de María. Estos nombres están tomados del Protoevangelio de Santiago, uno de los evangelios apócrifos más famosos y antiguos. Esta asunción ha sido punto de referencia para muchos datos piadosos sobre la vida de la Virgen María.
Para los cristianos y, con mayor énfasis, en la teología católica, ortodoxa y anglicana, se ponen de manifiesto un conjunto de "paradojas marianas" que sólo pueden ser contempladas en el marco de la fe, ya que forman parte del "misterio mismo de Dios, que quiso hacerse niño". Esas paradojas fueron recopiladas por Castán Lacoma, y hacen referencia a las gracias extraordinarias de las que fue depositaria María, en orden a su maternidad. Por ser la madre de Cristo –considerado el Verbo encarnado, Dios mismo–, María es:
·         la que "dio el ser al creador de todo",
·         la que "engendró al mismo que la había creado a ella",
·         la que existía antes que Dios... se encarnara,
·         la que encerró en su seno al Inmenso e Infinito,
·         aquella que encerró en sus entrañas a quien no cabe en todo el mundo,
·         la que sostuvo en sus brazos al que todo lo sustenta,
·         la que tuvo obligación de ejercer vigilancia materna sobre el que todo lo ve,
·         la que tuvo a su cuidado al Dios que cuida de todos,
·         la que tocó los confines de quien no tiene fin.



Repercusión de María en el mundo actual

En 1999, una investigación realizada por el periódico británico The Guardian en la que se efectuó un análisis computarizado del inventario de libros de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos con sede en Washington, D.C., concluyó que, «si la celebridad de un individuo consiste en que se escriba un libro sobre él, [...] Jesucristo es aún el personaje que goza de más fama en el mundo actual.» En efecto, se contabilizaron 17.239 obras acerca de Jesús, casi el doble que de William Shakespeare, quien alcanza el segundo lugar. Entre las mujeres, la Virgen María alcanza el 7° lugar en general aunque, de hecho, ella es la única mujer que se ubica en uno de los 30 primeros puestos. Con los 3.595 libros dedicados a ella, supera en casi 5 veces a su inmediata seguidora, Juana de Arco

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